1. Celebrar el día de la Reina
Aunque tradicionalmente el Día de la Reina, el 30 de Abril, era la celebración del cumpleaños de la abuela del actual rey, tras la abdicación, ha pasado a celebrarse el 27 de Abril, en honor al actual monarca. Todo el país se llena de festejos, eventos y conciertos, aunque sin duda, Amsterdam se lleva la palma.
El color naranja, color representativo del país, inunda las calles, y rinde homenaje al apellido Orange de la familia real. Una fiesta en toda regla que es la fiesta de Holanda por excelencia.
2. Ir a los jardines de tulipanes de Keufenhof
Todo el mundo sabe que otro de los símbolos de Holanda son los tulipanes. Así como el invierno trae la nieve, la primavera llena las calles y los mercados de tulipanes y todos compran flores para adornar sus jardines y ventanas.
Una buena visita para ver enormes campos cubiertos de tulipanes de colores son los Jardines de Keukenhof. Pasar un día entero entre tulipanes es una experiencia inolvidable.
3. Parque Clingendael
Cualquier momento del año es bueno para visitar el Park Clingendael, un magnífico parque donde disfrutar de la belleza de la naturaleza. Podrás pasear por un típico jardín holandés, recorrer caminos que se adentran entre los árboles o visitar coloridas rosaledas y conjuntos de azaleas y rododendros.
Además, hay un salón de té donde podrás disfrutar de una bebida caliente acompañada de delicias holandesas en invierno o de helados en verano. Encontrarás cerezos y bonsáis por doquier en torno a los estanques de la atracción más famosa de Clingendael: el jardín japonés estacional.
